martes, 31 de julio de 2012

entramado de resistencias…


En ciertas ocasiones las universidades, y los universitarios, se apartan del lugar que eligieron para deslizarse hacia la gente común organizada en movimientos, se comprometen con ellos y devuelven a la sociedad parte de lo que ella invirtió en su formación. Cuando esto sucede los resultados suelen ser interesantes, ya que multiplican el esfuerzo por el cambio social, que nunca sucede dentro de los campus sino allí donde transcurre la vida real. El séptimo Encuentro Nacional de Geógrafos, autogestionado por los participantes, y el tipo de debates encarados, muestran que se trata de algo diferente a lo que suele suceder en esos espacios: Mesas redondas en torno a la restructuración en curso del capital, las prácticas educativas de la geografía, Brasil en América Latina, movimientos sociales y resistencias, naturaleza y sociedad, saberes geográficos y luchas sociales, y lenguajes y tecnologías; Espacios donde los colectivos socializan sus investigaciones; Espacios de Diálogos y Prácticas; Actividades de campo, para conocer de cerca desde las resistencias populares hasta el avance del capital sobre la naturaleza y la geografía urbana… La asociación de los geógrafos no dejó de vincularse a las luchas populares, convirtiéndose en referente ineludible. El movimiento sigue creciendo a pesar del largo y profundo reflujo que experimentan las luchas sociales en Brasil. Los geógrafos aportan desde cartografías hasta una mirada de conjunto que permite comprender la actual fase de acumulación de capital a través de grandes obras que destruyen las tramas urbanas. Para quienes no somos universitarios y tenemos cierta desconfianza hacia producciones académicas descomprometidas, el Encuentro Nacional de Geógrafos se reveló como un espacio democrático y altamente politizado, donde las decisiones finales se toman en asambleas. Un movimiento que rechaza el hondo individualismo dominante alimentado por un sentido común que considera la universidad como escalera social en vez de servicio comunitario.
Fuente: La jornada

sábado, 28 de julio de 2012

la auténtica revolución...


Firme defensora y promotora de los derechos de las mujeres, así como del papel que ha desempeñado la mujer en la construcción del proceso revolucionario venezolano. Para Gioconda Mota Gutiérrez, si bien la lucha de la mujer está llena de impedimentos y problemas, tanto en cualquier parte del planeta como en el marco de la revolución bolivariana, no es menos cierto que los procesos de diálogo y construcción comunitaria que se están llevando a cabo permiten ir poniendo en marcha unas políticas públicas de igualdad y de inclusión, así como las correspondientes implementaciones legislativas y judiciales, que afectan muy positivamente a los sectores excluidos. Pobres, mujeres o indígenas empiezan a encontrar espacios de integración y posibilidad de accionar mecanismos para proponer y reivindicar necesidades específicas con las que iniciar procesos encaminados a la reconstrucción de sus vidas. El feminismo revolucionario de Gioconda supera la rigidez de los discursos políticos ortodoxos y, con el fin de empoderar realmente al pueblo, vuelve su mirada afectuosa a los procesos populares, para escuchar sus propuestas y reivindicaciones, para ahondar en su sabiduría. Para Gioconda, el pueblo venezolano acepta el liderazgo personal, pero sólo en la medida en que opera al servicio de un beneficioso proceso de transformación social, popular y colectivo; aúna iconos -objetos del amor, nacidos del corazón- con reflexiones políticas -teorías, autores-; y en definitiva, relaciona y sintoniza el espontáneo universo de los sentimientos con el resultado de las conquistas políticas. Decía Alain Touraine que el feminismo es la mayor revolución puesta en marcha en la Historia de la Humanidad. Y la más hermosa, dice Gioconda. Ciertamente, sólo desde una perspectiva feminista y revolucionaria, en oposición al binomio capitalismo-patriarcado, orientando la actividad política a procesos populares absolutamente equitativos y horizontales, podremos implementar la reivindicación del amor como fenómeno de progreso colectivo. El amor deviene, entonces, en potente herramienta antiautoritaria y de construcción política al servicio de la población. Desde la facultad de sentir afectivamente, de identificarnos y vincularnos con las demás personas, de confiar y sensibilizarnos, de admirar y compartir, de crear lazos éticos y solidarios, de establecer relaciones fundamentadas en la libertad mutua o de concatenar los procesos vitales (gestación, crianza, cuidados, dedicación a las personas) podemos avanzar hacia la exigencia y consecución de la plena y efectiva igualdad[En palabras de Ernesto Che Guevara] la auténtica revolución tiene su base en el amor.
Fuente : Rebelión

lunes, 23 de julio de 2012

subversión del tiempo…


Observando los movimientos del 2011 puede verse cómo han desarrollado una temporalidad específica. Estos movimientos muestran características nuevas, tanto en la definición de la temporalidad como en la determinación la propia colocación espacial. Surge la hipótesis de que “una ontología dinámica del ser social” pueda proponerse de forma original y radical. Lo que es interesante y nuevo en estas luchas no es su lentitud o velocidad, sino más bien la autonomía política con la que gestionan la propia temporalidad. Esto indica una enorme diferencia con los ritmos rígidos o histéricos de los movimientos alter-globales, que seguían los meetings de las cumbres gobernativas de principios de este siglo. La temporalidad es veloz o lenta, en la medida de la intensidad viral de comunicación de las ideas y de los deseos que, en cada caso, establecen síntesis singulares… las decisiones constituyentes de las acampadas se toman a través de construcciones complejas y negociaciones de conocimientos. No hay ningún líder o comité central que decida. El método deviene esencial, como lo es el discurso programático. Las luchas del 2011 han tenido lugar en sitios muy diversos y sus protagonistas tienen formas de vida muy diferentes… las prácticas, las estrategias y los objetivos, siendo diferentes, han sido capaces de conectarse y de combinar diversas luchas plurales en un proyecto singular, de crear un terreno común. El nexo de unión puede ser inicialmente lingüístico, cooperativo y basado en la red. Pero este lenguaje común se propaga rápidamente a través de procesos de decisión horizontales, lo que requiere una autonomía temporal. Esto comienza a menudo por pequeñas comunidades o barrios. Un verdadero pluralismo de las luchas emerge desde tradiciones diferentes y expresa diferentes objetivos combinados en una lógica federativa y cooperativa –a fin de crear un modelo de democracia constituyente en el que las diferencias sean capaces de interactuar y de construir nuevas instituciones –como decía Spinoza, desde abajo pero con gran potencia efectiva. Contra el capital global, contra la dictadura de las finanzas, contra los biopoderes que destruyen la tierra, y por un acceso libre y la autogestión del común. La próxima fase de los movimientos consistirá entonces no solo en vivir nuevas relaciones humanas, sino en participar desde abajo en la construcción de nuevas instituciones. Si hasta ahora habíamos construido la “política de la pluralidad” ahora debemos poner en marcha la “máquina ontológica” de la pluralidad misma.
Fuente: Rebelión

sábado, 21 de julio de 2012

convertir espadas en arados…


Hace setenta y cinco años la ciudad española de Guernica fue bombardeada y quedó reducida a escombros. El ataque contra Guernica fue la primera vez en la historia europea que una ciudad civil fue destruida por completo mediante un bombardeo aéreo. Si bien las casas y las tiendas fueron destruidas, varias fábricas de armas, un puente de importancia clave y las líneas ferroviarias quedaron intactos. Activo y lúcido a los 89 años de edad, Luis Iriondo Aurtenetxea se sentó junto a mí en la oficina de la organización Gernika Gogoratuz, que en vasco significa “Recordar a Guernica”. Cuando Guernica fue bombardeada Luis tenía 14 años y trabajaba como asistente en un banco local.  "El bombardeo seguía y seguía... Cuando terminó, salí del refugio y todo el pueblo estaba ardiendo, todo era fuego”. Luis y su familia fueron refugiados de guerra durante muchos años y finalmente regresaron a Guernica donde Luis vive y trabaja como pintor. A unas cuadras del estudio de Luis se encuentra una de las fábricas de armas que se salvó de la destrucción: una planta donde se fabricaban armas químicas y pistolas, denominado edificio Astra. Hace algunos años, un grupo de jóvenes ocupó la planta abandonada para exigir que fuera transformada en un centro cultural. Oier Plaza es un joven activista de Guernica. De pie junto a la planta, me dijo: “En un principio, la policía nos expulsó, pero la volvimos a ocupar. Finalmente, la alcaldía compró el edificio, luego comenzamos este proceso de recuperar el edificio para crear el proyecto Astra”. El objetivo del proyecto Astra es convertir esta fábrica de armas en un centro cultural donde se dicten cursos de arte, video y medios audiovisuales en general. “Creo que debemos mirar el pasado para poder comprender el presente, y si entendemos el presente podremos crear un futuro mejor. Y creo que Astra es parte de ese proceso: forma parte del pasado, del presente y del futuro de esta ciudad”. Desde el “Guernica” de Picasso al autoretrato de Luis Iriondo Aurtenetxa junto a su madre, pasando por la iniciativa de Oier Plaza y sus jóvenes amigos, el poder del arte de convertir espadas en arados y de resistir a la guerra se renueva constantemente.
Fuente: Democracy Now

viernes, 20 de julio de 2012

y la música sigue sonando...


Un lugar en el mundo,
una barra en la que apoyarse,
un santuario civil, una fiesta,
una tregua para no derrumbarse.
Un bálsamo para las heridas
dulcemente cerradas con un buen tequila,
un oasis, una bienvenida,
el sabor que nos deja la derrota de una mala partida.

Cuando ya no me quedan trincheras,
ni lugares donde refugiarme,
cuando la suerte es una ramera
y la tristeza mi único estandarte.
Cuando el sistema nos robe la primavera
y no se sepa dónde ni encontrarte
iré al TEMPLO DE LAS BORRACHERAS,
allí comienza este viaje...

lunes, 16 de julio de 2012

a orillas del río...


“No te olvides que del río viene la vida para mi pueblo”, alertaba ya hace 10 años el cantautor Yalo Cuellar, en Lagrimas del Pilcomayo, un río que nace en los Andes de Bolivia, por donde recorre 836 kilómetros, para seguir luego por Paraguay y Argentina e integrarse a la gran cuenca del Plata. Pero nadie escuchó su denuncia. El pueblo weenhayek, con más de 7.000 años y del que sobreviven unas 15.000 personas en 62 comunidades en la Región Autónoma del Gran Chaco, limítrofe con Argentina y Paraguay, ve disminuir día a día la pesca, pilar de su sustento, así como la flora y la fauna de la que también depende. Detrás, dice Cuellar, está “un veneno que llega de lejos”, en forma de explotación hidrocarburifera y forestal, sobre pastoreo del ganado vacuno y caprino, sedimentación del lecho fluvial, sobrexplotación piscícola, contaminación, infraestructuras mal concebidas fuera de su frontera y dejadez de las autoridades nacionales ante todo ello. Los weenhayek (pueblo o gente diferente, en su lengua) son expertos en la captura de sábalo, dorado, surubí, pacú y bagre, y en la época de pesca, las familias enteras dejan sus hogares y acampan a orillas del Pilcomayo, donde parte del pescado se vende a intermediarios para su venta en las ciudades y el resto es para el autoconsumo. No solo hay menos peces. También han disminuido las plantas tradicionales, los animales silvestres y las especies melíferas (de la miel), por la contaminación y la descontrolada irrupción de actividades hidrocarburíferas, ganaderas y agrícolas, que han roto los ciclos naturales que por miles de años protegieron sus pueblos ancestrales. En la degradación del Pilcomayo, 2010 representa un hito especial. El caudal del río cayó de 2.500 a 90 metros cúbicos. Los weenhayek demandan gestiones diplomáticas contundentes ante los gobiernos de Asunción y Buenos Aires, para que se definan soluciones permanentes que recuperen la grandeza de su río. Urge la canalización adecuada del afluente, así como la puesta en marcha de una Comisión Nacional del Río Pilcomayo, donde participen todas las autoridades que tienen que ver con sus problemas y adopten medidas para su rescate.

jueves, 12 de julio de 2012

en el terreno de la vida…


El lenguaje sirve tanto para describir la realidad como para escamotearla. Los hechos se ocultan mejor tras muros de palabras que con el silencio. El drama de Palestina comenzó, antes de con los fusiles y las bombas, con el lenguaje. Primero se creó el discurso, la narrativa de la historia el expolio y la ocupación de la tierra vino después… el caldo de cultivo fue el pensamiento colonial que despoja al “otro” (los palestinos eran y son árabes, nuestro “otro” por excelencia) de humanidad o al menos del mismo tipo de humanidad a la que pertenecemos nosotros. Palestina no era una tierra ignota y desconocida, su historia estaba documentada. Se sabía que había un pueblo en Palestina, había censos de sus habitantes, registros de la propiedad, contratos comerciales, periódicos; sus gentes y sus paisajes habían sido descritos por escritores y viajeros, se sabía que Palestina no era un desierto ni un espacio vacío. Se sabía que había una sociedad de comerciantes, campesinos, hombres de negocios, escritores, poetas, ricos y pobres, conservadores y progresistas, con memoria histórica y aspiraciones de futuro. El primer robo de Palestina fue el robo de su historia… En la operación de limpieza étnica que se llevó a cabo en los meses previos y posteriores a la creación del Estado de Israel no sólo se trataba de vaciar el territorio de población árabe, sino de eliminar las huellas de su presencia y su pasado, por eso, tras la expulsión de sus habitantes se procedía a destruir los pueblos y borrar sus nombres del mapa. Objetividad no es lo mismo que imparcialidad, tampoco es equidistancia, no se resuelve equiparando las razones o las versiones de unos y otros. La realidad no es cuestión de versiones. Hay versiones elaboradas para falsear los hechos, para ocultarlos, para justificarlos y que, además de falsas, son muy poderosas, cuentan con grandes tribunas y medios para difundirse y asentarse en la conciencia de las gentes. En el caso de Palestina, la objetividad o el intento de objetividad requiere atravesar la telaraña tejida con silencios, medias verdades y mentiras redondas con la que se ha intentado borrar su pasado y ocultar su presente y mirar los hechos tal como ocurrieron y como ocurren. No es cierto que lo que no aparece en los medios de comunicación no existe. Lo que ocurre es que sólo existe para quienes lo viven. La realidad del muro, la violencia de los colonos, los controles, el bloqueo, los registros, las detenciones, las incursiones militares diarias, la realidad de la ocupación y, el paulatino e imparable robo de la tierra que día a día tiene lugar en los territorios palestinos, apenas ocupa espacio en los medios de comunicación, así que su existencia es percibida débilmente, casi como un elemento colateral de una realidad que, para nosotros, se define en términos de titulares que hablan de retomar las negociaciones, relanzar el proceso de paz, de la necesidad de acabar con la violencia, en el sentido de que la violencia que obstaculiza la deseada paz es la violencia palestina. En Palestina desde hace mucho tiempo las palabras sirven de velo que oculta la atrocidad cotidiana, la dimensión de la tragedia. Pero, la realidad es muy terca y actúa. Sigue su curso. Hasta que un día nos sorprende, plantándose delante de nuestras narices.

martes, 10 de julio de 2012

abriré la ventana...


De vez en cuando la alegría
tira piedritas contra mi ventana
quiere avisarme que está ahí esperando
pero me siento calmo
casi diría ecuánime
voy a guardar la angustia en un escondite
y luego a tenderme cara al techo
que es una posición gallarda y cómoda
para filtrar noticias y creerlas 

quién sabe dónde quedan mis próximas huellas
ni cuándo mi historia va a ser computada
quién sabe qué consejos voy a inventar aún
y qué atajo hallaré para no seguirlos

está bien no jugaré al desahucio
no tatuaré el recuerdo con olvidos
mucho queda por decir y callar
y también quedan uvas para llenar la boca 

está bien me doy por persuadido
que la alegría no tire más piedritas
abriré la ventana
abriré la ventana.
 
Imagen: 501cosas

jueves, 5 de julio de 2012

huellas muy palpables…


Los movimientos sociales construyen una huella social, para sí mismos y para otros caminantes en el hacer político. Las huellas del 15M son hoy ya muy palpables... este movimiento ha tejido una red de ágoras que mantiene y mueve a su favor la credibilidad y legitimidad de su protesta. Un año de caminar da para pensar y observar fortalezas y limitaciones de este espacio de movilización, hacia dentro y hacia fuera. En su interior, las dinámicas de participación y de interacción que el 15M ha puesto en marcha, si bien exitosas en la creación de escuelas políticas en la calle, se adaptan a las necesidades y voluntades individuales, tejen redes porosas, pero no garantizan o se comprometen a convertir dicha agregación en un espacio de solidaridad de largo plazo, con proyectos abiertos pero orientadores para el resto de la ciudadanía. El 15M funciona, por ahora, y dada su novedad sería un exceso histórico no aguardar a su futuro para valorar este fenómeno, más como espacio de movilización que produce bienes políticos –“ágoras” físicas y virtuales, grupos de trabajo, discursos sobre democracias emergentes, prácticas de desobediencia, motivaciones para la acción colectiva– que como una alternativa política construida desde lo político –lo próximo, lo sentido, más simbólico y cotidiano–. Hacia fuera, el 15M es en sí mismo una marea que sería, a su vez, antesala de nuevas mareas de protestas y de ágoras… está sembrado de dudas. Sin embargo, aún son tenues las respuestas cooperativistas de protagonismo social en terrenos económicos, energéticos, alimentarios, cuidados, entre otras patas, y que haría que la protesta se asentase en unas bases vitales que, a su vez, profundizarían en el avance de la dinámica de radicalizar la democracia. El 15M está levantando cuestionamientos de la representación política moderna, acrítica y alejada, que ponen a los partidos y sindicatos tradicionales en el ojo del huracán. Y es que el 15M anuncia nuevos sujetos políticos. Forma parte de la estela de nuevos movimientos globales –globales en su interés de problematizar holísticamente nuestro hábitat ambiental, político y de satisfacción de necesidades básicas– que se apoyan en expresiones de democracia radical –desde abajo, con énfasis en la autogestión– para construir sus nuevos mundos… vemos emerger experiencias que combinan –o tratan de combinar– apuestas institucionales con procesos de base, asamblearias, de fuerte desidentificación en forma de líderes o proyectos cerrados y con ganas de trabajar desde la diversidad y a partir de luchas concretas. Otras democracias –emergentes– están en marcha. Y todos esos sujetos podrían llevar a colocar en el centro de nuestras prácticas políticas: el protagonismo, la cooperación social y la relocalización de herramientas –agentes, sistemas– para atender nuestras necesidades básicas.
Fuente: diagonal
Imagen: El periscopio

miércoles, 4 de julio de 2012

ejercicios de libertad…


Se ha demostrado, todos los cultivos sin son bien tratados, nacen, crecen y se reproducen sin pesticidas, que son venenos nada saludables. Frente a las monolíticas corporaciones energéticas y dominantes, pequeñas cooperativas hacen, distribuyen y venden energía local y verde. Un político es una persona como las demás, ni más ni menos y ni más ni menos tiene que ser su salario. Para evitar la pobreza se crea una Renta Ciudadana Mínima… Las bolsas de plásticos se eliminan, las bolsas de valores se prohíben y las agencias de bolsa y rating se extinguen, como los mamuts. A las transacciones económicas especulativas se aplicará la Tasa Tobin o el impuesto Robín Hood. Las monedas ahorradas se depositarán en Cooperativas de Crédito o en Bancas Éticas. Los paraísos fiscales quedan excomulgados y se proclama la Economía del Bien Común. Sin soberanías monárquicas ni dictatoriales del mercado se recupera la Soberanía Alimentaria, Energética, Sexual y la que, soberanamente Usted tenga a bien proponer. Los mercados del libre comercio se sustituyen por mercados con comercios de alcachofas, pollos camperos y truchas salvajes. El déficit de los estados se resuelve con la defunción del aparato militar. Y  con las armas sin uso se fabrican arados y arpas… Para evitar el hambre se prohíbe el acaparamiento de tierras y especular con los alimentos. La tierra no se vende, se defiende, porque no es de nadie y así es de todos. Las deudas hay que auditarlas. Las injustas tienen un tratamiento justo, no pagarlas y las deudas justas y no pagadas, como la deuda ecológica, tienen un tratamiento que pasa por reconocerlas. Los estados que se llaman laicos que dejen de financiar a las iglesias apostólicas, romanas o católicas y se promueve contra toda corriente, pero sin cuentas corrientes, la meditación y la reflexión, gratis y sostenible… Explican que se puede vivir sin dinero, y nos presentan las redes de intercambio. O se puede vivir dando valor a los bienes con monedas locales, haciendo imposible la especulación globalizada y el poder bancario. Estas monedas locales, sin reyes en el dorso, se pueden prestar desinteresadamente, porque se devuelven sin intereses… Los mandamases mandan como quieren y no cuentan con la gente, pero la gente cuenta que hay Democracias Cooperativistas o Inclusivas donde las decisiones son bien aceptadas […] Todas las escuelas del mundo enseñarán un idioma común: el lenguaje no sexista y no violento. En las universidades no se sentará cátedra, en las academias no se instruirán doctrinas, los planes formativos serán la Educación Liberadora para hacernos a todas y todos diferentes. Contra el paro, contra la explotación laboral y contra las prisas, la misma receta: reducción de la jornada…
Fuente: Gustavo Duch

lunes, 2 de julio de 2012

del poder de la música hacia la vida…


Las que se escucharon en el concierto colectivo del 8 de junio en Barcelona, no fueron solo algunas de las canciones de nuestra vida en lengua catalana como anunciaba el eslogan, no fueron solo un regalo de música y amor de artistas y de todos los que colaboraron en el acto, fueron cantos solidarios con el común denominador de la esperanza, de aportar sus buenas energías, de seguir construyendo un futuro, canciones benéficas que permitirán seguir ganando batallas por la vida, construir hoy para poder escuchar una mañana que la ciencia ha derrotado al sida. Así la noche se fue llenando de canciones, de algunas de nuestras canciones con "Les nostres cançons contra la sida", tres generaciones de la canción en catalán se dieron cita en el Palau Sant Jordi de Barcelona con su público, el acontecimiento tenía un aire de cita histórica con la música popular y también con la solidaridad, la luz venía de la música y de la escena, la emoción se fue contagiando a las gradas...
 Ahora mismo enhebro esta aguja
con hilo de un propósito que callo
y empiezo a remendar. De los prodigios
que insignes taumaturgos anunciaran
Ninguno se ha cumplido, y pasa el tiempo.
De nada a poco, cara al viento siempre,
qué camino de angustia y de silencios.
Mejor saber que estamos donde estamos,
fijar los pies en tierra y proclamarnos
herederos de un tiempo de renuncias
en el que el ruido ahoga las palabras
y la vida en espejos deformados.
de nada valen quejas ni añoranzas,
ni la melancolía displicente
puesta como jersey o por corbata
al salir a la calle. Poseemos
apenas el espacio de la historia
concreta que nos toca, y un minúsculo
lugar para vivirla. Nuevamente
pongámonos en pie y que nuestra voz
solemnemente y clara vuelva a oírse.
Que todos puedan escuchar quien somos.
y al final, que se vista cada uno
como bien le parezca y ¡a la calle!
que todo está por hacer y todo es posible.
Ara mateix (Miquel Martí i Pol & Lluís Llach)

domingo, 1 de julio de 2012

la naturaleza no está en venta…


Veinte años después de la Cumbre de la Tierra en Río (Brasil), la degradación ecológica se ha acelerado, las desigualdades se han hecho más evidentes, las crisis debilitan las democracias. Los bancos han conseguido con éxito inmiscuirse en las instituciones internacionales. Después de las burbujas especulativas de los sectores informático e inmobiliario, los mercados y los bancos buscan nuevas oportunidades de beneficios y colocación. Con la crisis ecológica, se les ofrece un nuevo objetivo: la naturaleza. La creciente intrusión de las finanzas en la naturaleza se traduce también en su cada vez mayor presencia en los mercados donde ya se intercambian bienes naturales. En este caso también, la lógica del beneficio y de la valorización financiera es lo que anima a los actores financieros, y no la de responder a las necesidades reales de la población. Los bancos privados se han transformado así en un actor imprescindible en los mercados de la agricultura, la energía y los metales. Al lado de los bancos tradicionales, encontramos un número creciente de actores de “las finanzas en la sombra“: hedge funds, fondos de inversión de capital, etc. Al igual que los bancos, las multinacionales ven en “la economía verde” un medio para continuar con sus viejas prácticas, simulando tener un comportamiento responsable. Lejos de oponerse a la dominación de las finanzas sobre la naturaleza, las multinacionales buscan más bien obtener nuevas oportunidades de estas “finanzas verdes”. La financiarización de la naturaleza es también muy inquietante para las poblaciones. Excluye a las comunidades de los procesos de toma de decisión que tienen que ver con la gestión de los bienes naturales presentes en su territorio. Por otra parte, poner un precio a la naturaleza plantea la pregunta de quién puede pagar, excluyendo de nuevo a los más pobres. Las empresas o los bancos implicados en estos proyectos proponen a veces una indemnización económica irrisoria a las poblaciones desplazadas, para supuestamente compensar la pérdida de sus medios de subsistencia, de sus modos de vida tradicionales, ¡incluso de sus culturas e identidades! La presión sobre estas poblaciones es tanto más fuerte cuanto las reservas de agua, carbono y biodiversidad suelen estar concentradas en un mismo territorio y los derechos colectivos de las comunidades en estas tierras no siempre reconocidos. Es indispensable cambiar radicalmente nuestro modelo de vida y nuestros actuales modelos de producción y consumo, basados en el uso excesivo y la sobreexplotación de la naturaleza, dado que privan del derecho a vivir con dignidad a una parte cada vez mayor de la humanidad. Por el contrario, debemos avanzar hacia la reorientación de nuestras economías y su adecuación a nuestras necesidades reales, lo cual exige, entre otras cosas, la promoción de un modelo de producción y distribución alimentarias basado en la soberanía alimentaria y la producción descentralizada, controlada de manera democrática, de fuentes de energía limpias. De la esfera individual a la colectiva, de la esfera local a la global, es preciso respetar “el espacio ecológico” de cada uno… es posible crear sociedades sostenibles mediante soluciones creativas y adaptadas a las condiciones locales.