sábado, 28 de noviembre de 2015

el amor armado...



Te mentiría si te dijera que fui consciente entonces de lo que vendría después […] Y había sin embargo algo trascendental, vital, que me anunciaba que iba a dar un paso definitivo. Solo ahora me doy cuenta de hasta qué punto lo fue y cómo, más allá de marcar mi vida, la transformó definitivamente. Todo lo que soy ni seré nunca se explica por este viaje inacabado.

Esa ha sido mi vida, una mezcla constante de sentimientos, apasionados las más de las veces… No estuvo mal descubrir lo bien que se siente uno siendo útil y viviendo la aventura más allá de lo soñado. Eso sí, te lo confieso, volví herido de mi última batalla. Y aún estoy llorando a mis muertos y lamiendo mis heridas. Es difícil mantener el amor en la batalla… Y ahora, con una cierta distancia temporal y física del horror vivido, Bosnia me arrastra y me lastima, y me cuesta evitar hablarte desde mis heridas no cicatrizadas, abiertas y sangrantes.
 


Estoy seguro de encontrarte en cualquier esquina,
aportando tu energía y en el mismo inmenso bando,
el bando del amor armado.

(de “El amor armado”)
Imagen: Carey Nash