domingo, 28 de abril de 2013

sabiduría de tierra...


Vivimos en una nube tóxica de fábricas de humo y de palabras cargadas de balas. ¡Pum! Un balazo por la espalda. Actores y actrices de un mundo egoísta que eligen siempre la bolsa en el duelo con la vida. El mundo del poderoso caballero que parece vencer en todas las Cruzadas. El vil metal, que cantaba Serrat. Con él nos creemos plenos. ¡Qué idiotas, qué pobres! He tenido la suerte de escapar un par de días a la provincia de Tan Son, una de las zonas más pobres de Vietnam en la que se desarrolla uno de los proyectos de cooperación en los que trabaja la ONG de Lucía. Era domingo e inauguraban una presa. Una presa que es una cucharada que alimenta las esperanzas de una mejor cosecha de arroz, de un mejor abastecimiento para el riego. Una presa para mejorar la calidad de los cultivos. Para crecer, para comer. Los lugareños estaban felices. No entendía sus palabras, pero es precioso y, sobre todo, es raro, rarísimo ver la sonrisa de un niño en rostros adultos. Pues eso es lo que vi. Muchas sonrisas regadas de sabiduría de tierra y campo aliñadas con ingenuidad, inocencia y generosidad de niño. Comimos con ellos sentados en círculos en el suelo. Una comida abundante y generosa. Los que menos tienen, ofreciéndotelo todo. Me acordaba entonces de la nube tóxica. ¡Qué idiotas, qué pobres! Y comimos, y bebimos, y cantamos, y brindamos, y bebimos, bebimos, bebimos. Y me sentí parte de ellos. Me miré a mí mismo y la vi. Estaba ahí, en mí. Esa sonrisa ingenua, inocente y generosa. Era rico. 

2 comentarios:

  1. Bueno, pero al final algo de inocencia y de reír, brindar y beber tampoco está del todo mal.jajaja. Muy bueno. Saludos

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    1. No está nada mal ;-)
      Sin lugar a d(e)udas yo elijo también la vida, el lujo que es hoy día que las gentes que se encuentran alrededor de la comida y la bebida, de la risa y la inocencia, de las querencias y los saberes compartidos, de las cosas sencillas que nos colman y nos dan aire...
      Bienvenido a Kamchatka Isaías Medina López, gracias por tus huellas!
      Saludos desde la resistencia :-)

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