sábado, 18 de septiembre de 2021

el agua que rebosa…

 

No sé dónde volcar el agua que rebosa

del cántaro que traigo entre mis brazos

tratando de que no se me derrame;

no quiero que se pierda sin provecho

ni que caiga en un suelo pedregoso

donde la seque el sol sin miramientos.

 

Quiero que al menos deje alguna huella

algún surco en la tierra

donde pueda prender algún recuerdo,

una sombra de dicha momentánea;

que acaso dé cobijo a una flor imposible

o a unas migas de pan para los pájaros.

 

Imagen: Framepool

sábado, 17 de abril de 2021

bajo el alba del desierto...

 

Después de la tormenta de arena

te levantas, bajo el alba del desierto,

y te vas, cargando a lomo el peso del exilio,

sacudiendo el polvo, que niebla con catarata

tu nostálgica mirada.

Allí estás tú mujer, contra el viento y su

desaliento,

mazando con amor la gracia de nuestra

vitalidad.

 

Al atardecer, ya fatigada pero a la vez

gentil y gallarda, te vas,

dejando huellas de sonámbula,

hundiéndote en la arena,

para encontrarte con el ocaso,

Y con alivio, te sientas a evocar

tu horizonte.

El ocaso está gris, está amarillo, está rojo,

allá todo está mezclado, acribillado por el

siroco

de sangre,

por tormentas de polvo y pólvora.

Y tú, mujer, percibes que tu ayer y tu presente

será igual que mañana.

 

Y te vas, de vuelta

dejando estelas de sueños

y sombras agitadas junto al viento.

Mientras, despiertan tus huellas

para encarar la próxima tormenta

que a tus ojos se aproxima.

  

SALEH ABDALAHI HAMUDI

 Imagen: EL PAÍS

jueves, 4 de junio de 2020

mascarones de proa...

Me hundo y luego vuelvo a renacer de nuevo.
No pueden las tormentas con mi rostro y su pena.
Navego mar adentro.
Me tragan los abismos
y resurjo de nuevo sobre el mar y las olas.
Yo soy insumergible.
Como esos mascarones de los barcos antiguos
que navegan soberbios del tajamar en lo más alto.