Somos aquellos que amasan
y no
tenemos pan
Somos quienes sacan el carbón
y
tenemos frío
Somos quienes no tienen nada
y
venimos a tomar el mundo...
Tassos Livaditis
(poeta griego,
1922-1988)
El inicio de actividades de la fábrica
recuperada VIOME representa, dentro de la multitud de formas cooperativas de
subsistencia y solidaridad en la Grecia de la crisis, el primer proyecto
europeo de producción autogestionada por los trabajadores. Doce de febrero de
dos mil trece, siete de la mañana. Una marcha de miles de personas llega frente
a la fábrica ocupada VIOME de Salonicco, una ciudad industrial del norte de
Grecia. Adentro hay cuarenta trabajadores que desde la mañana comenzaron una
nueva forma de producción y de auto-organización. Los trabajadores, reunidos en
una asamblea, decidieron ocupar la fábrica, formar una cooperativa y
administrarla bajo el control democrático de los obreros. Los pilares son la
justicia social, la solidaridad y la auto-organización. Con esta iniciativa no
sólo han encontrado la posibilidad de escapar al chantaje que significan las
medidas de austeridad impuestas a Grecia; también mandan una señal de
esperanza, de unión y de posibilidad en un país que tiene más de dos millones
de personas desempleadas -y la cifra va en aumento- y donde las condiciones de
vida y de trabajo rayan en la desesperación. La idea es que se generalice y
difunda en todas las fábricas y en todos los lugares de trabajo. Como afirman
en su comunicado, “sólo a través de una red de fábricas autogestionadas la
VIOME será capaz de iniciar y señalar el camino hacia una organización
diferente en la organización y en la economía”. la solidaridad, la construcción
de una red con otras experiencias de cooperativismo nacidas en los últimos años
y la multiplicación reciente en Grecia son el único modo de iniciar un nuevo
modelo de desarrollo. Este es el reto... la Grecia de la
dignidad y de la justicia social experimenta la posibilidad del control directo
y de la autogestión de los medios de producción. El asociacionismo y las
asambleas populares, dos formas de autogestión nacidas y crecidas en las luchas
de la plaza Syntagma, han desplazado a los grandes distribuidores transformando
a los mercados, que ahora ya no tienen intermediarios y son formas verdaderas
de aprovisionamiento alimentario. Los precedentes nos llevan sin duda alguna al
pasado de los obreros italianos en los años setenta del siglo pasado, o más
recientemente a Argentina: Bienvenidos
al país fantasma globalizado. Estamos en Argentina, pero podríamos estar en
cualquier lado. Fábricas abandonadas, grietas en el cemento, maquinaria
oxidada. Pero entre los escombros crece algo, se regresa al trabajo. De hecho,
la gente es la que lo retoma. El nuevo lema es: ocupa, resiste, produce. Somos
el espejo en el cual se deben ver, el error que deben evitar. Argentina es la
tierra desolada que queda de un país globalizado. Somos hacia donde va todo el
mundo (del documental The Take de Naomi Klein).
Laura Spont
Fuente: Desinformémonos
Imagen: argia
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