Un grupo de educadores populares
y un colectivo. Un grupo de educadores populares, un colectivo y un
perro. Y una actriz. Y un bailarín. Un Colectivo y otro colectivo y otro
colectivo. Ese colectivo (que después fue muchos) sólo tenía un combustible y
sólo una dirección. La gravedad y el abajo. La gravedad del sufrimiento de los
de abajo nos arrastró indefinidamente hacia abajo. Y para abajo fuimos y para
abajo seguimos. Teníamos y tenemos aquella vieja-nueva obsesión de querer
cambiar el mundo, de transformarlo, de que pueda ser nuevamente pintado,
dibujado, pensado y poetizado por quienes nunca pudieron intervenir en las
grandes decisiones de los poderosos. Y que siempre, más tarde o más temprano,
seguimos sufriendo sus políticas. Somos nosotros, queriendo recorrer y mostrar
el otro país. El de los que no deciden. Todas las
organizaciones nos enredábamos con pasión y alegría en esta tarea. Creíamos
totalmente en que las construcciones debían ser horizontales, sin jefes ni
jefas que nos dieran órdenes, que en la medida en que vivíamos y decidíamos en
ronda, aprendíamos a ser y nacer distintos… Y teníamos a nuestro favor,
algo más que una herramienta, la Educación popular, a la que habíamos
elegido también como una forma de vida… Somos lo que estamos soñando.
Soñamos con cambiar el mundo desde prácticas concretas y materiales, soñamos
con alterar realidades impulsando educación popular y organización popular,
soñamos fortalecernos con trabajo de base intentando levantar las banderas en
contra de un sistema económico, social y político que no queremos y que nos
está destruyendo. Tarea difícil y osadía apasionada. Nosotrxs queremos cambiar
el mundo y lo queremos hacer con lxs de abajo y desde abajo. Y en eso estamos.
Soñando y vivenciando. Sabiendo que como educadores populares es allí donde
nuestro campo de batalla esta fértil. Participamos en espacios autónomos de
organización y lucha popular. Generamos espacios de circulación de la palabra
valorizando la sabiduría del pueblo, en su diversidad más profunda. Articulamos
acciones con organizaciones cercanas que miran de cerca la praxis y la ética
política… Ahí seguimos caminando. Ahí seguimos soñando… quince años
de trashumancia, quince años de salir al encuentro de otros, quince años de
escucha y de palabra, quince años de pasión por cambiar el mundo. Preferimos
continuar con la sinrazón de mirar a los ojos, oír profundo y abrazar con
fuerza a lxs de abajo a lxs de nuestro lado.
Desde el Quirquincho, marzo de 2013
Fuente: Universidad Trashumante
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