Esto es lo que hicieron un grupo de mujeres migrantes mexicanas en
diciembre de 2004 en el Este del Harlem, conocido como El Barrio, en Nueva
York. Fueron puerta a puerta, edificio por edificio escuchando y entendiendo
los problemas de sus nuevos vecinos para luego pensar juntos cómo los podían
resolver. Nunca antes habían participado en una lucha social en México y no
sabían hablar inglés, pero lo que si sabían era que muchos estaban en su misma
situación. Ahora llevan ya 8 años organizándose por una vivienda digna y contra
el desplazamiento neoliberal para evitar que les obliguen -como les pasó en su
país de origen- a dejar su casa por culpa
de la imposición de la cultura del dinero de los de arriba. Así nació el Movimiento por Justicia del
Barrio (MJB) que a día de hoy cuenta con 750 integrantes y 72 comités, uno por
edificio. Todos son autónomos y se reúnen periódicamente en el
lobby de sus viviendas en donde consultan sobre los problemas que tiene cada
vecino y deciden qué estrategias seguir para vivir dignamente. Los zapatistas
son su inspiración, son adherentes a la Sexta declaración de la Selva Lacandona
y parte de La Otra Campaña Nueva York. Definen su movimiento como zapatismo
urbano y lo ven como otra manera de hacer
política con todos los de abajo, con los que están siendo oprimidos por el
capitalismo y maltratados por los malos gobiernos. Sólo así le devolveremos la
dignidad a nuestras comunidades. Siendo migrantes sabemos que el sistema
político y económico que nos expulsó de nuestro país de origen es el mismo que
ahora busca desplazarnos de nuestras viviendas, pero luchamos contra las
corporaciones multinacionales, contra los políticos y los de arriba, y nos organizamos para que esto no ocurra.
Practicamos la democracia real, nuestra forma de lucha se basa en la decisión
del pueblo y la comunidad es la que tiene la palabra. Para nosotros es
primordial conocer al vecino, a la vecina, unirnos y luchar juntos, tomar
decisiones de forma horizontal pero también lo es crear puentes con otras
comunidades marginadas. Hoy en día, los vecinos de El Barrio siguen luchando
contra el desplazamiento, esa es su lucha cotidiana. Cuando organizas, te das
cuenta de que de repente tienes una familia enorme y que si nos tocan a uno nos
tocan a todos. El único requisito indispensable para formar parte del MJB es
organizar tu edificio. La otra forma de hacer política de la gente de El Barrio
nos recuerda la reflexión del viejo Antonio, un viejo sabio recolector de
historias y de la experiencia del pueblo, “el tiempo maya hecho hombre”,
conocido por los cuentos del Subcomandante Marcos: “Las tres primeras de todas
las palabras de todas las lenguas son democracia, libertad, justicia. Los
hombres y mujeres verdaderos custodian como herencia esas tres palabras para
que no se olviden nunca, las caminen, las luchen, las vivan”.
Marta Molina
Fuente: Otramérica
Imagen: Global Project
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