Primero de todo quería entender
por qué las mujeres todavía están discriminadas… Estaba interesada en demostrar
que esta discriminación no estaba basada en la tradición, sino que de hecho es
algo que había sido construido en las sociedades capitalistas. Dicho de otro
modo, el patriarcado no es un legado del pasado sino más bien ha sido refundado
por el capitalismo. Desarrollamos la idea de que en el capitalismo tienes una
organización del trabajo que tiene dos componentes: la producción de mercancías
y la de fuerza de trabajo para el mercado. Las mujeres llevan a cabo la
producción de la fuerza de trabajo y la discriminación viene del hecho de que
este trabajo se ha hecho invisible... En muchas sociedades, antes de los
procesos de colonización, los hombres y las mujeres tenían tareas diferentes, y
existía una división de las tareas. De hecho en muchas sociedades, por ejemplo
en Nigeria, los hombres y las mujeres trabajaban en la agricultura y cada uno
de ellos plantaba cosas diferentes y se organizaban de formas diferentes.
Incluso hay casos en que los hombres y las mujeres utilizaban palabras propias.
De esta manera no dependían de los hombres, tenían acceso a sus propias cosechas
y las utilizaban para auto subsistir si era necesario. Así que el hecho de
hacer tareas diferentes no significa que automáticamente deba implicar unos
grados de poder diferentes, la cuestión es qué valores estaban asociados a
estas diferencias. Tal como yo lo veo las diferencias no son el problema, el
problema es la jerarquía. La jerarquía hace que las diferencias se vuelvan una
fuente de discriminación, de devaluación y de subordinación. No es necesario
construir una sociedad donde no haya diferencias, quizá podemos decidir que
algunas diferencias son buenas. Lo que hace el capital en su primera fase de
desarrollo es la acumulación de la clase trabajadora. Otro aspecto de la
acumulación es la división, la acumulación de la división, que es el momento
fundacional del racismo y del sexismo. El hecho de que el capitalismo pueda
organizar diferentes regímenes de trabajo ha sido una de las armas más
poderosas que ha utilizado para detener los procesos revolucionarios. Primero
porque divide a la gente, segundo puede utilizar algunos grupos a los que
delega poder. Por ejemplo a través del uso del salario el capitalismo ha podido
ocultar muchas áreas de explotación, como el trabajo doméstico, y hacerlas
aparecer como naturales. La construcción ideológica de las diferencias está
estrechamente relacionada a través de la construcción material. Así se crean
diferentes formas de invisibilidades, dividiendo a la gente y para poder
utilizarlas unas contra otras. La habilidad del capitalismo de externalizar y
dividir el trabajo ha sido muy grande. Si tomamos un ordenador por ejemplo, no
sabes qué cantidad de trabajo y de qué tipo se ha hecho para construirlo. En un
ordenador hay mucho trabajo manual que se ha hecho en el Congo para excavar las
minas, sacar el litio, etc. Esta es la división del trabajo, esta es la
construcción de las diferencias.
Manel Ros habla con Silvia Federici
Fuente: Rebelión
Imagen: Women on the rise
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